MUSEO SOROLLA

Hola, somos María y Lucía, alumnas de 2º ESO y vamos a comentaros nuestra visita al museo de Sorolla.

Comenzando con lo que hemos trabajado en clase, a principio de curso aprendimos a dibujar las proporciones de la figura humana, tanto masculina como femenina. El proyecto final de ese trimestre fue asociar todo lo aprendido anteriormente para recrear una de las obras más famosas de pintores que tenían a la figura humana como idea principal.

 

La semana pasada, fuimos de excursión al museo de Sorolla, uno de los pintores españoles más reconocidos en la historia. Todo lo que aprendimos el trimestre pasado, se reflejó en aquella visita. El museo de Sorolla no es sólo un museo, sino que antes de ser inaugurado como museo en 1932, fue la casa de Joaquín Sorolla y su familia. En esta visita, pudimos ver como sus jardines eran pequeñas recreaciones de jardines más conocidos, como puede ser la Alhambra. A Joaquín Sorolla le fascinaba pintar al aire libre y, aunque no pintaba exactamente como era el paisaje, sí que intentaba hacer similitud a sus colores. Para hacer esto, lo que hacía era coger mariposas de los mismos colores que encontraba en el paisaje, y se las llevaba a casa para poder pintar su cuadro de los mismos colores. Aparte de esto, entramos en la casa y vimos los cuadros que fueron pintados por Sorolla. Esos cuadros tenían diferentes colores, texturas, eran más realistas, con menos detalles… Aprendimos que Joaquín disfrutaba más pintando cuadros menos elaborados sin centrarse demasiado en crear elementos específicos. Sin embargo, sus cuadros reflejaban cómo eran las personas pintadas en éstos, dando a entender su personalidad y sus emociones. Nuestra guía, nos explicó que el estilo de Joaquín Sorolla era sorollista puesto que él perfeccionó hasta niveles superiores su arte. A Joaquín le gustaba pintar a su familia, ya que pintó a sus hijos desde su infancia hasta su adultez. También pintó a su mujer y a su perro, Canelo. Todos sus hijos se dedicaron a las artes, pero sólo la hija mayor, María, se dedicó profesionalmente a la pintura. Casi todos estos retratos se encontraban en el salón de la casa, y la planta de abajo era para invierno ya que tenía calefacción, y la de arriba era la de verano dado que era más fresca. 

 

El museo de Sorolla se dividía en dos partes. Entrando por la puerta principal, estaba la zona dónde los clientes pasaban y la otra zona, era la familiar. En la zona familiar, los clientes no podían pasar. Por último, Sorolla pintó muchísimos cuadros. Y como casi siempre estaba pintando en su estudio, tenía una cama turca para poder descansar pequeños ratos. 

 

En conclusión, gracias a la excursión que hicimos la semana pasada al museo de Sorolla, pudimos aprender aún más cosas sobre el pintor, ver los cuadros expuestos, y todo esto conectado con todo lo que vimos el primer trimestre, cuando vimos la figura humana. 

 

María y Lucia, Alumnas de 2º ESO