Las múltiples facetas de un retrato

Este curso en cuarto de ESO, hemos trabajado en profundidad el retrato como género pictórico.

Comenzamos trabajando el retrato en segundo de ESO, pero es este año cuando entramos a fondo, observando y entendiendo la estructura del cráneo, proporciones y rasgos faciales que conforman la cabeza. Tomamos como punto de partida el uso de formas geométricas sencillas, incluyendo en la imagen un axis central de simetría que nos indica hacia donde mira la cabeza, y proporcionando el espacio creado.

Una vez realizada la estructura básica, añadimos rasgos faciales.

 

Tras este primer acercamiento al rostro humano, y dibujo previo a modo de boceto, pasamos a fijarnos en las expresiones faciales, en las partes de la cara que se modifican especialmente a la hora de mostrar emociones y hacer gestos.

Utilizando una serie de fotografías en las que un modelo se presentaba realizando gran variedad de gestos, los alumnos comenzaron los dibujos. 

 

Para comenzar, debían dibujar un rostro con una expresión neutra, manteniendo las proporciones del modelo, prestando atención a las líneas que conformaban su rostro para mantener el parecido, y desde ahí, elegir otras dos imágenes en las que los rasgos faciales se movieran de una manera exagerada, para asi poder comparar y entender cómo funcionan los músculos faciales y cómo esos movimientos generan diversas expresiones en el rostro vinculadas a emociones.

Los volúmenes se trabajaban mediante la resolución de luces y sombras utilizando lápiz de grafito, y esta practica de añadir valores tonales al dibujo, fue parte del proceso de aprendizaje. Y así completaron los tres primeros retratos.

Pero fuimos más allá, y tras tanto trabajo, los alumnos ya habían adquirido cierta seguridad y dominio en las técnicas de dibujo del retrato. Así que de una serie de fotografías de personajes públicos previamente seleccionados, eligieron uno para hacer un retrato, esta vez saliendo del color realista, y creando una image inspirada en el Arte Pop. 

Previa introducción teórica sobre el tema, período histórico en que tuvo lugar, principales artistas que lo representaron, y análisis de cómo el color tenía en estas obras un papel protagonista por razones concretas, los alumnos comenzaron sus retratos.

 

La técnica que podían emplear para aplicar el color era libre, siempre y cuando el color se aplicara con la intensidad e intención correctas.

Para ello, tenían a su disposición acuarela, témpera, ceras, lápices de color y rotuladores. La técnica mixta, es decir, la combinación de dos o más técnicas en un mismo dibujo, era la mejor opción para un resultado óptimo, pero eran libres de elegir la técnica que consideraran les funcionaría mejor.

 

El objetivo principal de esta propuesta de aprendizaje era la consolidación del conocimiento del retrato como género pictórico, y la comprensión, en profundidad, de la importancia del color como recurso expresivo, que debe ser utilizado con un objetivo e intención concretos para lograr un efecto específico.

 

Y tras un largo proceso de trabajo y esfuerzo unido al disfrute y la investigación de técnicas, los resultados fueron impresionantes. Tanto por el parecido conseguido en los retratos, como por el empleo del color como recurso expresivo y saliendo de los parámetros del realismo.

 

Pero no acaba aquí nuestra inmersión en el mundo del retrato. Cerramos el proceso entendiendo y aprendiendo qué es una caricatura, cómo se puede dibujar y con qué intención, y por supuesto, el mejor modo de conseguirlo, una vez entendido el concepto de caricatura, es dibujando.

Esta vez el modelo podía ser un personaje público, o un compañero de aula.

Los resultados son una muestra de cómo el aprendizaje finalmente se consigue y consolida cuando hay constancia en el trabajo, cuando se dedica tiempo, ganas y esfuerzo, aspectos que consiguen profundizar y conseguir un cierto grado de confianza y dominio de un tema específico.

 

Beatriz Dapena Testa.

Profesora de Artes Plásticas y Visuales de ESO y Bachillerato.