COMPATIBILIZAR DESTREZAS Y RESULTADOS

     La etapa de Bachillerato del sistema educativo español tiene para la mayoría del alumnado un colofón con una prueba de acceso a la Universidad en la que todas las habilidades adquiridas deben demostrarse en un examen escrito, única herramienta de evaluación prevista y utilizada.

      Uno de los retos más importantes que afrontamos como Colegio es compatibilizar para nuestro alumnado dos vertientes. Por un lado el desarrollo de destrezas que consideramos básicas para salir fuera del “Universo Fontenebro” con garantías de éxito. Por otro lado, un resultado académico satisfactorio que permita elegir destino en función de las expectativas de cada persona.

        En esa línea de trabajo, nos parece fundamental seguir insistiendo en la capacidad de expresión oral de nuestros alumnos, reforzar a través de debates y presentaciones de cara al público una habilidad que durante muchos años ha sido olvidada en las diferentes leyes y que ahora se entiende que cobra mucha importancia en entornos de educación posterior y también en el ámbito laboral.

      Fortalecer las cuatro destrezas clave en la enseñanza del idioma: no solamente queremos que nuestros alumnos se defiendan en el ámbito escrito ante un perfil de examen estandarizado. El dominio vendrá cuando hablando, entendiendo y por supuesto dejando por escrito sus reflexiones, sientan que la lengua extranjera es una herramienta más que les permite comunicarse y avanzar.

           Desarrollar la autonomía del alumnado, siendo conscientes de lo que implica estudiar una etapa no obligatoria, de las ventajas que presentará para ellos. Realizar un proceso de guía la hora de organizar sus hábitos de estudio y tiempo libre. Irles mostrando herramientas para que se transformen en dueños de su propio proceso de aprendizaje.

       Seguir concienciando al alumnado de un uso responsable y eficaz de las nuevas tecnologías. Lograr que entiendan las mismas como una herramienta y no como un fín, que aprendan a buscar la información adecuada en cada momento y utilizarla del modo correcto.

           El acompañamiento emocional y la orientación de cara al futuro. La sensación de estar al final de una etapa, de romper con lo conocido para enfrentarse a nuevos retos futuros y la presión de tener que hacerlo con unas condiciones determinadas de notas supone un componente emocional que no se afronta por igual en cada persona. Acompañar la diversidad del proceso y atender las demandas que van surgiendo es un reto del día a día en el Colegio. A esta parte se le añade el dotar al alumno del máximo conocimiento posible de las diferentes opciones que se le abren al terminar la etapa: desde la Universidad, a la FP, a diferentes salidas profesionales. El objetivo es que el alumno y las familias sean conscientes del abanico de posibilidades que se abre ante ellos tras terminar su etapa aquí.

 

          Conjugar todas estas partes es el reto del equipo de profesionales que trabajan en la etapa de Bachillerato y junto con la colaboración de las familias, el objetivo año tras año se afronta con ilusiones renovadas y con un único objetivo: que todos y cada uno de las personas que terminan, afronten con las máximas garantías de éxito la prueba de evaluación externa y  los retos que la sociedad les pondrá por delante.

 

Rafael Alonso García 

Coordinador de Bachillerato